Discrepo de la corriente de opinión que cree que el marketing puede crear necesidades: los creativos del marketing no son tan listos, aunque se hayan leído todos los tratados de neuromarketing. Las necesidades son intrínsecas al ser humano.
Lo que hace el marketing es conocer estas necesidades y canalizarlas hacía un tipo de marca u otro.
De todas formas hoy en día es imposible que una marca de productos/servicios de mala calidad pueda triunfar en el medio o largo plazo, por muchos medios que tenga: Internet, las redes sociales y los móviles han creado un sistema de información que llega al 70% de la humanidad. La información es de acceso universal.
Cada día las firmas tienen que preocuparse por escuchar a sus clientes, innovar, ser diferentes, arriesgarse con caminos inesplorados aceptando el fracaso como resultado: desperdiciar energias y medios en crear falsas expectativas, publicidades engañosas o eticamente poco correctas es poco productivo además de lamentable.
Yo creo en las personas y tengo confianza en ellas y la tecnologia me está ayudando en reconocer inmediatamente a impostores y cantamañanas, en la publicidad y fuera de ella.
Creo que cada uno tiene que tener su opinión y es soberano a la hora de comprar o no un producto, apagar o no la tele, la radio o el PC: hay que hablar con los niños y explicarles lo que es la publicidad, por si acaso.
Os dejo dos campañas de Dove que me encantan: a ver que opináis vosotr@s.
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