Este es uno de los trabajos realizados para el Curso sobre “Acompañamiento en procesos de duelo y muerte” de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EDT).
He desarrollado el proceso en una serie de 8 sesiones de acompañamiento imaginadas entre mi esposa Elena (que se fue en enero de 2024) y yo, siendo ella mi acompañante. He incluido herramientas de apoyo emocional, palabras clave, ejercicios y silencios importantes en cada sesión, así como citas relevantes de algunos maestros de la EDT como su fundador José María Doria, Enrique Martínez Lozano y Fidel Delgado para dar soporte a este proceso de duelo.
Sesión 1: Aceptación y hacer espacio al Dolor
Antonio: (Con los ojos enrojecidos) Te extraño mucho, Elena… Tu partida fue una fiesta en el hospital: tu querías volar y volver a casa, al océano de paz y amor donde creemos que pertenecemos, sin dolor, sin angustias y miedo, pero luego llegué a casa y no soporto tu ausencia. No puedo hablar con nadie que te conociera y expresar el dolor que siento ahora. Hay días en los que no sé cómo seguir adelante.
Elena: Mi amor, permítete sentir ese dolor. No huyas de él, tienes que gastarlo. Es natural sentir esta tristeza. Nunca me he ido de tu lado, sólo ahora no puedes verme, como si estuviera en la habitación de al lado. ¿Este es un sueño? Te visitaré en tus sueños para sostenerte. Veo que has empezado un curso sobre “Duelo y Muerte” donde hay profesionales increíbles que van a acompañarte a transitar este viaje donde tienes que sublimar el dolor en amor. Allí enseña Enrique Martínez Lozano que dice: «El dolor no se supera huyendo, sino atravesándolo.» Hoy te invito a que nos tomemos un momento en silencio, juntos, para abrazar esta emoción.
Antonio: (Respirando profundamente) Es difícil amor: eras mi sur, mi norte, mi este y oeste. Tengo a nuestros hijos Isabel y Ale que me ayudan mucho, pero no consigo imaginarme mi vida y mi futuro sin ti …
Elena: Lo sé, cariño. Pero este silencio compartido es una herramienta poderosa, confía en mí. Es un espacio en el que, aunque no me veas, puedes sentirme contigo. Vamos a respirar juntos, dejando que el dolor esté presente, sin luchar contra él.
Ejercicio: Respiración consciente durante cinco minutos, enfocándonos en el presente, sintiendo cada inhalación y exhalación.
Elena: Ahora, poco a poco, abre los ojos. Aquí estoy, siempre en tu corazón, como una llama blanca. La aceptación es el primer paso hacia tu sanación.
Antonio: Gracias, Elena… siento un poco de alivio e imaginaré tu llama, tu luz blanca en mi corazón.
Elena: En un año has perdido a tus padres y a tu cuñado Enzo, que era un hermano para ti. Lo pasaste mal, sobre todo en el caso de tu madre que no pudiste despedir por el Covid, pero transitaste ese dolor. ¿Te acuerdas como lo hiciste?
Antonio: Sé que encontré las respuestas dentro de mí, con tu ayuda y haciendo piña con mi familia italiana. Pero llevaba 35 años sin vivir con ellos mientras tú has sido mi vida, mi día a día, mi compañera y amor en los últimos 32.
Elena: Lo sé, amor. Me alegra que seas conscientes de que tienes que encontrar las herramientas adecuadas dentro de ti y ahora vamos a crear espacio para este dolor y te guiaré en este ejercicio de meditación que te será muy útil.
Ejercicio: Hacer espacio al dolor Te propongo que empecemos a meditar sintiendo tu cuerpo, tus sentidos, como eres parte del todo. Ahora, te invito a pasear por tu mundo interno, por las emociones que sientes … Cualquier emoción que aflore, agradable o desagradable, cómoda o incómoda, gozosa o dolorosa, permítele ser… Ábrele un espacio en ti. Bríndale tu presencia a esta emoción, acógela.
Si ahora se hace presente en consciencia o en tu cuerpo que te resulta doloroso, piensa en qué harías si esto mismo lo estuviera sintiendo yo… Ahora te dedicas estas mismas palabras y este cuidado hacia ti mismo.
Haz espacio dentro…
Ahora, centra tu atención en la respiración. Inhala profundo… Al exhalar, deja ir toda imagen y sensación. Permanece en presencia a tu respiración durante unos minutos.
Antonio: (Muy emocionado) Ha sido muy bonito, Elena. Me he dado cuenta que tengo que superar mi tristeza aunque sea para honrar tu muerte, honrando tu vida y todas las emociones y experiencias increíbles que hemos vivido juntos y que nadie me quitará nunca. GRACIAS.
Sesión 2: Conexión con los Recuerdos Felices
Elena: Hola cariño. Estoy en tu sueño y hoy quiero que recordemos algo hermoso. Vamos a revivir un recuerdo juntos, uno que te haga sonreír.
Antonio: (Con una pequeña sonrisa) ¿Te acuerdas de nuestro viaje de luna de miel a Australia, supervisando la instalación de teléfonos públicos? Mi cliente fue tan agradecido que nos invitó a Hayman Island. ¿Te acuerdas cuando vimos la familia de ballenas con sus dos cachorros en la travesía entre islas? Nos emocionó la ternura y dulzura de estos gigantes. ¿Y cuando fuimos a bucear a la barrera coralina y te enseñé los peces león? Cuando te dije que una picadura suya es mortal casi me matas.
Elena: Claro que sí, amor. Fueron momentos mágicos, porque nos rendimos al presente y aceptamos la situación. Eso es lo que quiero que practiques ahora: cuando el dolor te abrume, recuerda esos momentos de luz. Como dice José María Doria, «El amor sigue vivo en cada recuerdo que atesoramos.«
Ejercicio: Escritura terapéutica. Te propongo que escribas sobre este recuerdo: ¿qué sentiste? ¿qué aprendimos de aquella experiencia? Esto te ayudará a mantener viva la conexión con lo positivo.
Antonio: (Escribiendo) Me hace bien recordar esos momentos. Siento que, de alguna manera, sigues aquí, que siempre sabré donde encontrarte, que siempre viajarás conmigo.
Sesión 3: Expresión del Dolor a Través del Arte
Elena: Sé que hay cosas que quizás no puedes expresar con palabras. Como historiadora de arte, pintora y creadora siempre he tenido más facilidades que tú en esto, científico loco y super racional, pero hoy vamos a usar el arte como herramienta para liberar lo que sientes.
Antonio: ¿Pintar? No soy muy bueno en eso, Elena: tu e Isabel sois las pintoras de la casa (y no solo de brocha gorda).
Elena: No importa la habilidad, importa la intención. Toma estos colores y pinta lo que sientes.
Ejercicio: Pintura libre sin enfocarse en el resultado, solo en el proceso de dejar salir las emociones.
Antonio: (Pintando) Es extraño, pero siento que estoy liberando algo. Me ha salido una imagen de nuestra familia alargada, donde tú, y nuestros gatos y perruchos que se fueron Duque (el gato), Caruso, Duque (el perro), Milete y Nube tenéis alas ahora. Pero es muy reconfortante saber que seguís todos aquí en mi corazón.
Elena: Ahora escribe una poesía relacionada con lo que te inspiren estos 3 textos de Tagore que te dejaba en la maleta cuando viajabas por trabajo, para que te acordaras siempre de nosotros.
“El amor es una canción que se canta con el corazón y se escucha con el alma».
«Amar es conocerte en los demás».
«El amor no reclama; da sin esperar nada a cambio».
O si prefieres: escucha el “poema de los átomos” de Rumi, que tanto nos inspiraba en nuestras meditaciones, incluso cuando me masajeabas los pies.
Antonio: ¿Ahora escribir un poema?
Elena: No importa que rimes o que ganes el premio Planeta. Fidel Delgado dice que «El arte es un puente hacia el alma,» y hoy quiero que construyas ese puente.
Ejercicio: Escritura de un texto sin enfocarse en el resultado, solo en el proceso de dejar salir las emociones.
Antonio: (Leyendo en voz alta) Eli, escucha lo que me ha salido, es lo que ha brotado de mi corazón. Se llama “Amor”.
Eras amor, un ángel de amor.
Te quitaste las alas para enseñarme a amar.
Poco a poco, paso a paso.
El amor incondicional me golpeó como un tsunami en la cama de tu hospital. Tú, herida, pero con la misma luz
de siempre, la misma sonrisa dulce y sanadora.
Entendí que estar contigo era amar y me quedé.
Me enseñaste el amor en todas sus formas
gatos, perros, hijos, música, pintura, vida,
el amor desde el alma.
Hasta cuando te fuiste me enseñaste.
El camino.
Hacía casa.
Hacía el amor.
Hemos sido, somos, seremos.
Amor.
Somos átomos de un poema de amor.
Somos ilusiones que toman formas de amor.
Sanando, sanándonos, amándonos, amando,
generando amor, en pequeñas píldoras o
en estatuas de granito.
Sumamos gestos de amor que iluminan.
Nuestro camino.
De vuelta a casa.
De vuelta al amor.
Elena: Es precioso. El arte nos ayuda a soltar sin necesidad de explicarlo todo. Aquí no hay juicios, solo expresión pura.
Sesión 4: El Valor del Perdón
Elena: ¿Cómo estás amor? Primero respiremos juntos.
Ejercicio: 40 Respiración consciente, enfocándonos en el ahora, sintiendo y contando cada inhalación y exhalación, estando presente, atento y consciente.
Elena: Hoy hablaremos sobre el perdón. No solo hacia mí, si crees que algo quedó pendiente, sino hacia ti mismo.
Antonio: Me siento culpable a veces… por no haber pasado más tiempo contigo, por haber viajado tanto, por no haber dedicado menos tiempo al trabajo y más a ti. Por no haber hecho más en tus últimos días, por no haberte acompañado más cuando tenías dolor en la noche. Quería respetar tu viaje espiritual tan profundo, pero a lo mejor podría haber estado más presente. En el hospital una noche me dormí y te quedaste sin oxígeno unos instantes. Tu respuesta a la enfermera que vino a verte fue conmovedora: “tampoco ha sido para tanto”, para que no me sintiera culpable.
Elena: Mi amor, hiciste todo lo que podías, y más. Perdónate. Enrique Martínez Lozano, que también ha perdido el amor de su vida, lo expresa muy bien: «El perdón es un regalo que te das a ti mismo.» Hoy quiero que cierres los ojos y repitas en tu mente: «Me perdono por cualquier cosa que no pude hacer».
Ejercicio: Meditación guiada sobre el perdón, repitiendo frases de autoaceptación y liberación de culpa.
Antonio: (Con lágrimas) Me cuesta amor, pero lo intentaré por ti.
Elena: Perdónate por mí, y sobre todo, por ti. Mereces paz.
Estas primeras cuatro sesiones se centraron en aceptar el dolor, conectar con recuerdos positivos, expresar emociones a través del arte, y practicar el perdón. En cada una usamos herramientas como el silencio, la respiración consciente, la escritura terapéutica, y el arte para acompañar el proceso de duelo de manera significativa.
En las siguientes 4 sesiones, continuaremos explorando el amor, la gratitud, afrontar el duelo y la reconexión con el presente, y el legado compartido/despedida, siempre desde un lugar de profundo respeto y entendimiento.
Sesión 5: Gratitud por el Amor Compartido
Elena: Hoy quiero que hablemos de la gratitud. Sé que hay mucho dolor, pero también hay mucho que agradecer.
Antonio: A veces siento que el dolor borra lo bueno, pero sí, tengo mucho que agradecerte, Elena.
Elena: El agradecimiento es una llave que abre el corazón. Agradece por lo que vivimos juntos. Como dice José María Doria, «El agradecimiento convierte el dolor en paz y la pérdida en un puente hacia el amor.» Cierra los ojos y dime, ¿qué agradeces más de nuestra vida juntos?
Antonio: Agradezco tu paciencia, tu alegría, y cómo siempre lograste ver lo mejor en mí.
GRACIAS por todo tu amor, por haber confiado en nuestro amor desde el principio, por los dos hijos maravillosos que me has dado, por más de 30 años de amor incondicional, juntos.
Ejercicio: Lista de gratitud. Te invito a escribir una lista con diez cosas por las que estés agradecido de nuestra vida juntos. Cada día, añade algo más.
Elena: Esta lista te ayudará a mantener el foco en lo positivo, a honrar nuestro amor, y a ver más allá de la tristeza. Aprenderás que hasta mi muerte es un regalo, para que puedas “renacer” con tanto aprendizaje, para que redistribuyas este amor entre mucha gente que lo necesita. En tu corazón entra todo el amor del mundo y quiero que mi muerte sirva para que tu corazón tenga una talla más.
Sesión 6: Afrontar el duelo y Reaprender a Vivir en el Presente
Elena: Amor, ¿cómo te sientes hoy? Para transitar en tu duelo necesitas cultivar un corazón abierto y compasivo, es decir, de una relación con el dolor más inclusiva
y, por tanto, menos defensiva o evitativa. Por ello vamos a empezar con una meditación que te ayudará mucho.
Ejercicio: Afrontar el dolor. Aquieta tu cuerpo y ponte en tu postura de meditación o tumbado. A continuación, voy a ir nombrando en voz alta una serie de frases que te
invito a repetir internamente, para que hagas un espacio dentro de ti para acoger el dolor fruto de esta pérdida. Tal vez una o varias de las siguientes frases te resonarán más profundamente; en caso de que así sea, puedes repetir las veces que quieras cada frase, al tiempo que descansas en tu respiración. Permite que cada frase despliegue
su efecto y dinamice en ti las comprensiones necesarias. Aquí van:
• Que pueda permanecer con apertura al dolor y a la tristeza.
• Que pueda encontrar los recursos internos para estar presente con
mi dolor.
• Que pueda aceptar mi tristeza, sabiendo que yo no soy la tristeza.
• Que puedo aceptar mi ira, mi miedo y mi ansiedad, sabiendo que
no soy ellas.
• Que pueda aceptar mi dolor, sabiendo que este no es sinónimo de
maldad o de mayor daño.
• Que pueda perdonarme a mí mismo/a por todo lo que me genere
culpa, sentimiento de carga o de algo no resuelto.
• Que pueda permanecer en apertura conmigo mismo / misma y con
los demás.
• Que pueda encontrar la paz y la fortaleza, así como los recursos
necesarios para ayudarme a mí y a los demás.
• Entrego mi dolor a la vida. Que las demás personas puedan también
entregar su dolor a la vida, confiando que ésta hará por convertirlo
en amor.
Antonio: Gracias amor. ¡Han resonado todas! Cuando medito y estoy en el presente, a veces aparece el dolor, escuchando una canción, viendo tus gafas o una foto juntos. Y no puedo evitar el sufrimiento de recordar los momentos que hemos pasado juntos: cuando nos dimos la mano la primera vez en el Retiro en Madrid, cuando conocí a tus padres y a tu hermano, cuando te presenté a mi familia en Italia, nuestra boda preciosa, los viajes, el nacimiento de los niños, nuestra primera casa juntos, nuestros cachorros, las luchas para mantenerte viva, …
Elena: Amor, sé que estás pensando mucho en el pasado, en lo que fue y lo que ya no es. Hoy vamos a trabajar en reaprender a vivir en el presente.
Antonio: Es difícil no pensar en ti a cada momento.
Elena: Y es natural. Pero quiero que también veas el aquí y ahora. Observa tu alrededor, siente el aire en tu piel. Fidel Delgado dice, «El único momento donde la vida sucede es el presente.» Vamos a respirar juntos y observar el lugar en el que estás, sin juicio.
Ejercicio: Mindfulness. Durante cinco minutos, enfócate en el presente: el sonido de los pájaros, el tacto de tus manos, el ritmo de tu respiración.
Antonio: (Respirando profundamente) Es reconfortante, como si pudiera encontrar pequeños momentos de paz. Desde luego que la meditación es un bálsamo increíble para estar atento, consciente, presente. En el ahora no siento sufrimiento. Gracias, mi amor.
Elena: Esos pequeños momentos son los que te sostendrán. Poco a poco, vas a sentir más de ellos.
Sesión 7: El rito de despedida y Reconexión con la Vida y Nuevas Metas
Elena: Hoy quiero que pensemos en el futuro, en reconectar con la vida y crear nuevas metas.
Antonio: Pero ¿cómo hago planes sin ti?
Elena: Mi espíritu está contigo en cada paso, incluso cuando no me veas, siempre estoy en tu corazón. Es importante que te despidas de la Elena que fue tu amiga y esposa y te des la oportunidad de soñar de nuevo. Además, piensa en mi cuerpo cuando me fui. Estás sufriendo la ausencia de una persona que tenía mucho dolor, mucha angustia, que no podía casi respirar, con una tos que la mataba, que sufría en cada control médico, hasta que acepté que había llegado el momento de volver a ser el amor que siempre he sido.
Enrique Martínez Lozano lo describe así: «El duelo es el proceso por el cual la vida se reabre paso.«
Antonio: Lo sé, en el curso hablan mucho de “soltar”, de “dejar ir”, sobre todo aquello que bloquea mis procesos vitales. ¿tú que me recomiendas?
Elena: Pues ¿qué te parece si empiezas con ceremonias de despedida de mis cenizas en los lugares donde fuimos muy felices juntos?
Antonio: Tienes razón. Ya lo hicimos con los niños en nuestra casa, delante de tus árboles maestros y fue precioso. Voy a hacerlo con tu comunidad de sanación en alguna playa de Torremolinos en Málaga, en las playas de la costa brava donde veíamos el amanecer y meditábamos juntos, en nuestros campos donde danzaban las hadas que veía hasta el bruto de Pablo y aparecían las luciérnagas para verte, en tu Toscana querida.
Elena: Me parece una gran idea y recuerda agradecer a los espíritus del mar, las plantas, los bosques y que ya vivieron allí antes que nosotros, por toda la felicidad que nos han regalado. Por habernos permitido vivir allí con tanta paz. Pero quiero dar un paso más y antes volvamos a respirar juntos.
Ejercicio: 40 Respiración consciente, enfocándonos en el ahora, sintiendo y contando cada inhalación y exhalación, estando presente, atento y consciente.
Elena: Muy bien amor. ¿Qué es algo que siempre quisiste hacer y pospusimos?
Antonio: Siempre quise dedicar más tiempo para causas justas, pero nunca tuvimos el tiempo. Tú sí, claro, pero yo estaba muy dedicado a mi ego, y poco a mi alma. Me encantaría empezar a tomar decisiones con el alma (no con el ego) y hacerme voluntario de Asociaciones o Fundaciones con gran impacto positivo.
Elena: Entonces ese puede ser tu primer paso. Vamos a crear una meta juntos. Comprométete a empezar esos voluntariados. Hazlo por ti, y también por el amor que compartimos.
Ejercicio: Definición de una meta. Escribir el objetivo y los pasos a seguir para alcanzar esa meta, comprometiéndose a llevarla a cabo dentro de un plazo específico en honor a la vida compartida.
Antonio: (Escribiendo) Creo que esto podría ayudarme a seguir adelante, incluso con este vacío. Voy a proponer a nuestro amigo Carlos dedicar tiempo y recursos a la “Fundación Mascoteros”, para ayudar a las mascotas abandonadas y a las familias que ya no pueden hacerse cargo de ellas. Nuestros 5 perros y nuestros 3 gatos nos han dado tanto amor que de esta forma honraremos su memoria.
Sesión 8: El Legado del Amor
Elena: Mi amor, volveré en tus sueños cuando me necesites, y hoy quiero que hablemos de nuestro legado. Lo que construimos no muere conmigo, sigue vivo en ti. Tú me contaste ese cuento de los Indios Sioux, que decía que “Cada vez que se muere una pareja, una parte del otro se muere con él, mientras una parte de ella vive en él para siempre”.
Antonio: Siento que mi vida entera cambió. Me cuesta imaginar cómo seguir adelante.
Elena: Entiendo. Pero recuerda que el legado de nuestro amor está en nuestros hijos, en cada cosa que hicimos juntos y en cómo esos actos impactaron a los demás. Fidel Delgado decía, «El amor no termina, se transforma.» Quiero que encuentres formas de expresar nuestro legado en la vida de otros. Ayuda a alguien, comparte lo que aprendiste de nuestro viaje juntos.
Ejercicio: Acto de amor. Te invito a hacer algo que represente nuestro amor: puede ser un acto de caridad, ayudar a un amigo, o simplemente plantar un árbol en nuestra memoria.
Antonio: Haré algo por ti, por nosotros. Eso me dará fuerzas. Voy a darme de alta en la “Asociación Española Contra el Cáncer”, a ser posible, para sostener a los enfermos en cuidados paliativos de algún hospital, los que estén más solos, los que no han tenido nuestra suerte de vivir juntos tu muerte, tu vuelta a casa tan deseada por ti.
Elena: Me parece estupendo, amor. Siempre estaré contigo, en cada acto de bondad, en cada recuerdo hermoso. No se trata de olvidar, sino de transformar el amor que compartimos en acciones que hagan bien al mundo. Recuerda esta frase de Buda que tanto te gustaba: “La paz eterna es vivir con amor el presente”.
Estas ocho sesiones tienen como objetivo acompañar y sanar el proceso de duelo, usando herramientas de respiración consciente, mindfulness, expresión artística, y sobre todo, el amor como eje fundamental. Cada sesión busca que quien pase por un duelo encuentre formas de honrar el pasado, vivir el presente, y crear un futuro que transforme el dolor en una expresión continua del amor compartido.