seth blog

Os adjunto este post de Seth Godin sobre lo que deberían hacer nuestros alumnos cuando un profesor no está a la altura de sus expectativas, que me parece muy acertado.

Personalmente estoy de acuerdo al 100% con Seth sobre este punto y confío que si alguna vez perdiera el norte y la pasión en clase, dando una lección mediocre, algún alumno me dijera algo así:» Profesor, estaré en deuda por 10 años para pagarme este curso: enséñeme algo que no pueda aprender en ningún otro lugar por favor, que cambie mi vida, que amplíe mis horizontes y puntos de vista, que haga temblar mis convicciones, … que merezca la pena».

Conseguir un ambiente de “high performance” en clase depende de muchos factores y del hecho que cada grupo es distinto, dependiendo hasta del mix de hombres y mujeres presentes (en mi experiencia, las chicas suelen ser más exigentes, se leen los casos y hacen trabajar a su grupo con más energía), la edad, experiencia, motivaciones (no es lo mismo un In-company que paga la empresa o donde te ha metido el jefe a un Executive que pagas tu con un préstamo del banco), …

El profesor que ejerce de profesor es otro factor determinante, pero no voy a discutir aquí sobre nuestra función de liderazgo, que imagino está bien clara par@ tod@s, sino contar otra cosa sobre Seth Godin para aquellos que no lo conocen.

El año pasado lanzó un programa en su portal (www.squidoo.com) que quería ser una especie de MBA de emprendituría para 8-10 personas y pidió a los interesados que le escribieran postulandose y convenciendole del porqué debería seleccionarles a ellos.

El «master» sería gratuito, se desarrollaría en su despacho en New York, no habría título alguno de por medio y consistiría en una hora y media de clase diaria, seguida por su aplicación directa en un proyecto del alumno y en los proyectos de Seth.

La parte final de la selección consistió en invitar a los finalistas a un desayuno a las 8 de la mañana para que se conocieran y al final de la mañana, Seth les pidió que seleccionaran los que les gustaría que fueran sus compañeros en el «master», siendo este filtro el que pesó más en su decisión final.

Se aceptaron 9 personas y al final el propio Seth reconoció que los alumnos trabajaron SOLO en sus propios proyectos, que se publicaron en su blog y que por lo visto fueron extraordinarios.

Cuando conocí esta historia decidí que si algún día vuelvo a trabajar en la primera línea de fuego en una empresa, montaría algo parecido y se lo he aconsejado a mis amigos empresarios.

«Learning by doing» al estado puro, con talento extraordinario, motivación, pasión, ganas de cambiar el mundo, experiencia e «ingenuidad» Leonardesca por todos lados.

En mis clases en EOI  intento reproducir este ambiente y he pensado hasta en montar una empresa ficticia para que los alumnos pudieran practicar directamente lo que les enseño de marketing, estrategia, globalización, emprendituría o lo que sea y no descarto hacerlo algún día.

Por eso espero que cuando no lo consigo, habiendo en clase talento suficiente, algun alumno me llame poderosamente la atención y dejaré de dar clase el día que no aprenda algo de mis alumnos o pierda la pasíón por hacerlo.

Antonio

Pushing back on mediocre professors

College costs a fortune. It takes a lot of time and it takes a lot of money.

When a professor assigns you to send a blogger a list of vague and inane interview questions («1. How did you get started in this field? 2. What type of training (education) does this field require? 3. What do you like best about your job? 4. what do you like least about your job?») I think you have an obligation to say, «Sir, I’m going to be in debt for ten years because of this degree. Perhaps you could give us an assignment that actually pushes us to solve interesting problems, overcome our fear or learn something that I could learn in no other way…»

When a professor spends hours in class going over concepts that are clearly covered in the textbook, I think you have an obligation to repeat the part about the debt and say, «perhaps you could assign this as homework and we could have an actual conversation in class…»

When you discover that one class after another has so many people in a giant room watching a tenured professor far far in the distance, perhaps you could mention the debt part to the dean and ask if the class could be on video so you could spend your money on interactions that actually changed your life.

The vast majority of email I get from college students is filled with disgust, disdain and frustration at how backwards the system is. Professors who neither read nor write blogs or current books in their field. Professors who rely on marketing textbooks that are advertising-based, despite the fact that virtually no professional marketers build their careers solely around advertising any longer. And most of all, about professors who treat new ideas or innovative ways of teaching with contempt.

«This is costing me a fortune, prof! Push us! Push yourself!»