Participé en un ebook «colaborativo» sobre «The future of work» que presentamos en Impact Hub en Madrid en Mayo. Escribí unas reflexiones que reproduzco aqui por si álguien las encuentra inspiradoras. Aquí el LINK PARA DESCARGAR EL EBOOK

«La agilidad necesaria en las empresas que quieran sobrevivir»

Vivimos en la era de la singularidad, donde la exponencialidad es la ley que rige el futuro de las máquinas, las personas y los modelos de negocio. La vida media de las empresas del índice “Standard and Poor” ha pasado de 70 a 15 años. El 88% de las empresas que formaban parte del índice Fortune 500 en 1955, ha desaparecido.

En 2018 todas las grandes corporaciones, de todos los sectores, se encuentran compitiendo como el jamón en un “bocadillo”, comprimidas entre una capa arriba formada por las “GAFA” (Google, Apple, Amazon, Facebook) y sus correspondientes Chinos (Alibaba, Didi, Baidu, …) y una capa abajo, donde abundan start-ups “unicornios” de sectores fintech, securetech, agrotech, etc.

Para tener una idea de la complejidad competitiva por ejemplo del sector bancario, BBVA compite arriba con Ant Financials, el “banco” creado por Alibaba en 2011, que tiene 520 millones de clientes activos en pagos, 330 millones en Banca Privada, 100 millones en préstamos y ya vale 60,000 millones de US$ (casi el doble que BBVA que existe desde hace más de 150 años). “Abajo” BBVA se enfrenta a “fintechs” como The Lending Club (TLC), creada en 2006 en San Francisco para prestar dinero P2P (peer to peer): el banco asigna un nivel de riesgo a cada persona que busca un préstamo (hasta 40,000 US$) y a quien quiere prestárselo, haciendo el matching y diversificando el riesgo en la comunidad. Mueve 23,000 MUS$ en activos con 87 empleados. BBVA necesita 150,000 para generar un nivel de negocio “sólo” 3 veces mayor.

Netflix tiene 11 empleados en UK y accede al 27% de los hogares. SKY para entra en el doble de casas necesita 25,000.

¿Qué pueden hacer las grandes empresas para competir en la tercera década del tercer milenio?

Ser “ágiles” y “pensar como una start up”, adaptando su cultura a los nuevos retos, emprendiendo (al menos) las 2 siguientes iniciativas estratégicas:
Uno: entender su negocio como un viaje ético para tener impacto positivo en la comunidad que sirven, a la escala que sea.

Esto incluye plantar “antenas” en las regiones más competitivas del planeta, como Silicon Valley o Boston, crear ecosistemas de innovación abierta (como Wayra/Open Future), unidades de negocio que utilicen metodologías “ágiles” (design thinking, lean start ups, customer development, business modelling, ..) para lanzar nuevos productos al mercado (como Lean Elephants en Telefónica), crear hubs de innovación cruzada con empresas de otros sectores (como Hub.Bcna), construir Corporate venture builders, …

En España, además de Telefónica, Endesa, Gas Natural Fenosa, Repsol, Mapfre, Bbva, Santander, Seat, LeasePlan, Santa Lucia, .. está trabajando en esta dirección desde hace 5 años.
Dos: matar las burocracias, poner puentes entre los silos internos y desplegar el potencial de su gente.

Esto significa fomentar 4 grandes pilares de transformación:
Atraer y retener el mejor talento disponible (fichando por actitudes y formando luego las aptitudes necesarias), ayudando sobre todo a las chicas, a las madres en romper todos los “techos”.
Diseñar organizaciones (por proyectos) y espacios de trabajo (abiertos) que fomenten la inteligencia colaborativa y el engagement a todos los niveles.
Utilizar la tecnología para minimizar reuniones, maximizar la eficiencia y eficacia.
“Obsesionarse” con los clientes, vistos como personas, co-creadores de soluciones y por lo tanto, fuente infinita de inspiración, sobre todo los más exigentes.

Las empresas más innovadoras son “ágiles” creando espacios de co-working, fomentan el intra-emprendimiento, lanzan “hackatons” de ideas, eliminan despachos y muros, crean una WOW School, Laboratorios/APPs para captar la VOC (voz del cliente) y VOE (voz del empleado), …

En definitiva, las empresas que no son ni Apple (con una marca poderosa) ni Ryan Air (con precios imbatibles), sólo podrán sobrevivir siendo “ágiles”, resolviendo con su oferta de valor algunos de los problemas verdaderos de la sociedad que sirven, como pobreza cero, cero hambre, derecho universal a educación, sanidad y bienestar, igualdad de género,… haciendo más felices de paso a todos sus stakeholders.