Este post que quiere ser un homenaje a las mujeres que trabajan, está dedicado básicamente a los hombres.

La próxima vez que haga una entrevista de trabajo haré dos nuevas preguntas al candidato (si tiene edad para ello):

  1. ¿Tienes una hija?
  2. ¿Tienes hijos de ambos géneros?

A mi juicio deberían estar incluidas en el manual de cualquier responsable de talento en las Corporaciones y en cualquier tipo de empresa, en cuanto un candidato que dice que sí a la segunda pregunta tiene en general una visión de la realidad mucho más afinada que el que dice que no a ambas; si sólo tiene una hija tiene una ventaja competitiva relevante a mi juicio sobre el que no tiene hijos y la ventaja se hace incremental si tiene varias.

Sólo quien ha visto crecer dos niños de sexo opuesto, en el mismo entorno/contexto, la misma familia, educación, oportunidades, valores, … aprendiendo de los mismos padres, … puede entender la naturaleza y el potencial que tiene una chica, su rapidez de aprendizaje y maduración no solo biológica, su capacidad de “manipulación” (en todos los sentidos), mano izquierda, capacidad y rapidez de adaptación a las crisis, empatía, no solo emocional. Las chicas crecen/maduran mucho más rápido.

Claro: la chica está preparada para ser madre y la naturaleza no puede andarse con tonterías. En el mundo en desarrollo las madres tienen la edad de nuestras hijas adolescentes y la biología no habla idiomas ni entiende de PIB.

Luego el gap entre los dos sexos disminuye en tamaño pero siempre existe hasta una edad avanzada, digamos entorno a los 25 años aunque, como dice una amiga: “hay hombres que nunca dejan de ser niños” 🙂

Luego la educación influye también y si le añadimos la cultura y religión, el cocktail puede ser explosivo: en una charla en TED legendaria que cito siempre que puedo, Resha Saujani anima a las madres a educar a sus hijas en ser valientes, no sólo perfectas.

Este dato explica en general la menor autoestima en el trabajo de las chicas: como las educamos para ser perfectas, nunca se sienten preparadas al 100% por un ascenso, un trabajo nunca les parece merecedor de un “cum laude”, en una discusión en el equipo, no creen que su opinión discorde merece una defensa a muerte.

Por lo contrario, los chicos, sobre todo los que venimos de un sur (el que sea), de una religión/sociedad/cultura que más o menos abiertamente favorece al hombre, llegamos de fábrica con un ego por encima de nuestros méritos.

Aunque lo sospechábamos, desde al menos 2011 sabemos que todos los valores que he detallado arriba y que son reconocibles en una hija que ves crecer día a día, incrementan la inteligencia colectiva en los equipos.

Soy parte de un Think Thank que se llama ICXCI (Innovation Center for Collaborative Intelligence) que estudia la Inteligencia Colectiva, publicando e-books, organizando Congresos y seminarios e impulsando su estudio e investigación. Thomas Malone  es fundador del MIT Center for Collective Intelligence, uno de los máximos investigadores de esta nueva sciencia y nuestro colaborador estrecho.

Recientemente publicamos su artículo en Harvard Business Review, ¿Que hace un equipo más listo? Más mujeres”, donde Thomas (con Anita Woolley) resumía las conclusiones de su libro “Superminds”, explicando que hay 3 condiciones para que un equipo sea “más listo”:

  1. Inteligencia social (la capacidad de cada miembro para empatizar con el resto)
  2. Igualdad en la conversación (el grado de aportación medio de cada uno)
  3. % mujeres en el grupo (cuantas más mejor).

Bueno, creo haber dejado claro el porqué del punto 3: si tienes un hijo y una hija puedes ahorrarte leer el libro de Malone.

Si todavía hubiese dudas al respeto, os aconsejo mirar la foto de portada.

Representa a una manada de lobos en fila india que avanzan para cambiar su territorio de caza en un parque natural en Polonia. Al final del todo anda el jefe de la manada que tiene visión de conjunto y defiende la espalda del grupo.

Al frente está el lobo más viejo y enfermo: conoce el camino y lidera el grupo que se adapta a su velocidad. La manada no puede permitirse perderle.

Detrás de él hay dos grupos de 5 lobos jóvenes y aguerridos. Son los soldados, los más fuertes y fieros. Su objetivo es proteger al grupo de 12 lobos que va en medio. Son las lobas del grupo, su activo más preciado.

Como vemos, tampoco los lobos necesitan formarse en el MIT para esto.

Ahora dejadme que haga unas preguntas tontas.

Si estamos de acuerdo que las chicas tienen “poderes” que no solo complementan sino potencian los de los chicos en un equipo:

¿Porqué demonio sólo hay 15 Jefas de estado en 193 Países (menos del 10%?

¿Porqué solo hay 24 CEOs chicas en Fortune 500 (5%)?

¿Porqué hay sólo 2 Presidentas al frente de las empresas del IBEX35 (5,7%)(y sólo una es ejecutiva)?

¿Porqué sólo 2 de cada 10 puestos en los consejos de administración del IBEX 35 son ocupados por chicas?

Si queréis mejorar la “inteligencia colectiva” de vuestras empresas ya sabéis que hacer (y las dos preguntas iniciales de la entrevista de trabajo, si decidís fichar a chicos).